Jean Grey es una mutante, nacida con los poderes de telepatía y telequinesis.
Los poderes telepáticos de Jean se manifestaron por primera vez a la edad de diez años cuando su amiga Annie Richardson fue atropellada por un coche. Mientras que Annie estaba acostada, muriendo, Jean instintivamente se conectó con la mente de Annie; el trauma de la muerte de su amiga casi mata a Jean también.
Poco después de vencer a los Centinelas, los X-Men tuvieron que regresar a la Tierra en una nave espacial; por desgracia, en ese momento atravesaban una tormenta espacial que obligó a Jean a tomar una fatal decisión. Sabía que ella era la única capaz de pilotar la nave en esas circunstancias, de modo que absorbió los conocimientos técnicos del Dr. Corbeau y se puso a los mandos, confiando en que su telequinesis la protegería. Sin embargo, no pudo resistir la fuerza de la tormenta solar, y hubiera muerto de no ser por la oportuna intervención de la entidad cósmica "Fénix", que había escuchado las llamadas de auxilio telepáticas de Jean (claro, no tenía nada que hacer más que ayudar a una loca que se estaba muriendo).
Cuando la nave se precipitó a las aguas de la Bahía de Jamaica, en la costa de Nueva York, Jean emergió pronunciando las palabras "Ya no soy la mujer que conocisteis, X-Men, soy pasión y fuego encarnado ahora y siempre. Soy Fénix", demostrando tener un poder casi cósmico, como el mostacho del señor Jirafales.
Jean Grey es una Mutante de Nivel Omega y es la encarnación física de la Fuerza Fénix.
El potencial psiónico de Jean Grey le da los poderes mutantes de telequinesis; el poder de afectar objetos desde rocas hasta asteroides (evolucionada) y telepatía; el poder de leer, para proyectar y manipular el pensamiento. Su capacidad telequinética puede ser manifestada en mucho, un poco de cual incluye la levitación ella misma u otras personas o proyección un escudo de telequinético capaz de soportar ráfagas de misil. Concentrando su energía mental en un objetivo específico, ella puede liberar ráfagas de fuerza devastadoras. Su telepatía le permite leer los pensamientos de otros, proyectar sus pensamientos en las mentes de otros para influir en decisiones, manipular o memorias de cambio, colocar a alguien bajo su mando telepático, echar su mente en el plano astral o el atontar los cerrojos mentales, es capaz de noquear o dar muerte clínica a alguien.
Jean es también uno de pocos telépatas que pueden comunicarse con animales (pero principalmente animales con la alta inteligencia, como delfines, perros, y cuervos). Cuando Fénix absorbió los poderes especializados telepáticos de la X-men, Psylocke, su propia telepatía fue aumentada al nivel donde ella físicamente podría manifestar su telepatía como un pájaro psiónico; cuyas garras podrían infligir tanto daño físico como mental. Fénix también aprendió que usando su telepatía amplificada podía aumentar la velocidad de señales de los nervios en el cerebro, que ella podría aumentar los poderes de otro mutante a niveles increíbles pero el efecto eran sólo temporales. Ella también se desarrolló una forma psíquica de sombra como la que Psylocke tenía, pero en vez de un tatuaje rojo sobre su ojo derecho, Jean tenía en oro el emblema de Phoenix. Phoenix, se considera, es la segunda mente telépata más poderosa de la Tierra, rivalizando con el Profesor X.
Como ella es Fénix, Jean resucita después de la muerte. A veces ella resucita casi inmediatamente; mientras otras veces ella se queda un período ampliado en el Cuarto Blanco Caliente para hacer el Trabajo de Fénix (ordenar las líneas de tiempo,telequinesis etc.). Ella puede resucitar más tarde dentro de un nuevo cuerpo formado en un huevo de Fénix.
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